Estados Unidos pretende contrarrestar el crecimiento económico aumentando su poderío militar y “cercando” al gigante asiático en su propia región. Para ello, dispone de bases estratégicas, un complejo sistema de alianzas y objetivos que quizá no pueda cumplir.
Base militar de Camp Humphreys en Corea del Sur. Foto: USAG Humphreys Historical Photos
Más de 700 instalaciones militares estadounidenses existen desplegadas en el extranjero, según David Vine. Dato mata relato, y lo cierto es que aunque Washington agite el fantasma de China de tanto en cuanto, el gigante asiático apenas tiene desplegadas cuatro. Estados Unidos mantiene su presencia bélica en más de 80 países a lo largo de los cinco continentes, siendo una tendencia en absoluto novedosa y que se remonta, de hecho, a mediados del siglo XX, cuando el proyecto geopolítico del “imperialismo colectivo” —en términos de Samir Amin— comenzaba a configurarse agrupando a los ejes de poder imperialista en torno al hegemón yanqui.