Las placas tectónicas que forman el suelo del gobierno de coalición han vuelto a chocar otra vez poniendo en evidencia que una cosa es administrar la realidad y otra transformarla. La causa del enfrentamiento entre los socios ha sido, una vez más, la llamada ley del solo sí es síy sus desconcertantes e imprevistos efectos, que han sacado a la calle a un buen número de delincuentes sexuales antes de que cumplieran la condena que les había sido impuesta con el código penal anterior. Esta circunstancia le valió a la podemita ministra de igualdad doña Irene Montero un monumental linchamiento político y mediático a cargo de las derechas de todo pelo. Doña Montero se da cierta maña para convocar rayos y truenos y en esta ocasión fue por responder a las excarcelaciones con la ocurrencia de que los jueces son machistas.
La derecha carece de sofisticación doctrinal en estos asuntos.